Bueno, aquí vamos otro año y retomamos esta rutina de escribir en este espacio que ya tiene casi 9 años, un espacio para publicar, escribir y comentar temas que me interesan. Las últimas semanas me ha tocado ver proyectos muy interesantes de emprendedores jóvenes que buscan destacarse con ideas que les permita avanzar en su desarrollo personal y profesional. Varios llevan algún tiempo tratando de imponerse en este mundo de emprendedores, pero la falta de capital y en particular la asesoría de temas relevantes, como aspectos legales y financieros se encuentran con obstáculos que los limitan. Tener una start up no es una tarea fácil. Este debe mirarse como un negocio con una historia de funcionamiento limitado que se distingue por su perfil de riesgo/recompensa y sus grandes posibilidades de crecimiento. Por lo regular son empresas enfocadas en la innovación, desarrollo de tecnologías, diseño web, desarrollo web. El problema es que se debe tomar de manera seria para acortar tiempos y avanzar en el objetivo de implementar la idea, de lo contrario el proyecto tiende a ir muriendo lentamente si no se está desarrollando.
Las start up son pymes, es decir pequeñas y medianas empresas, pero más "p que me", es decir son pequeñas, los emprendendores que están detrás de ella con escasos recursos buscan avanzar pero la burocracia de un banco o la falta de asesoría en temas financieros les impacta en temas que para otros les sería de fácil solución.
En los países de América Latina las Startups o PYMES son las principales generadoras de empleo, tan sólo en México constituyen el 90% de las empresas, el 42% del empleo y contribuyen con un 83% del PIB (Producto Interno Bruto) del país. Por lo visto debemos tomarlas en serio y apoyarlas, allí donde más lo necesitan en la asesoría y el conocimiento.
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