Representantes de Motion Picture Association -entidad que agrupa a Walt Disney Studios, con Sony Pictures, 20th Century Fox y otros- aseguran que buena parte de las películas pirateadas a estos estudios provienen de nuestro país.
Al mismo tiempo que una película es estrenada en Hollywood -si es que no es antes-, un infiltrado de la productora envía por internet una copia de la película a Asia, donde será copiada, subtitulada y enviada a África y América. En tan sólo 48 horas todo el mundo podrá ver la cinta.
Chile no se queda atrás. La piratería ya no está sólo en las ferias y el comercio ambulante, sino que cada vez más son chilenos los que suben a la web cintas copiadas. Varios argumentan que nuestro país dado los niveles de penetración de internet, capacidades técnicas permite que se pueda distribuir estos productos por la red. Según el El Mercurio Motion Picture Association -entidad estadounidense que agrupa a Walt Disney Studios, Paramount, Sony Pictures, 20th Century Fox, Universal y Warner Bros.- el diagnóstico es claro: en nuestro país hay un aumento en este tipo de prácticas. "Al menos tres películas pirateadas de nuestras compañías provienen de Chile, obviamente además de todo el cine chileno" señala el reportaje.
El problema de la piratería está en que cualquier persona puede tener un laboratorio de este tipo en su casa. Sólo necesita un computador y un grabador de DVD, cuyo valor es de unos $20 mil.
La Brigada de Delitos de Propiedad Intelectual (Bridepi) incautó en 2008 cerca de 326 mil especies y en el primer semestre de 2009, otras 135 mil. Además, en lo que va del año la institución ha desbaratado siete centros donde se copian películas, todos ellos en el sector poniente de Santiago.
Al mismo tiempo que una película es estrenada en Hollywood -si es que no es antes-, un infiltrado de la productora envía por internet una copia de la película a Asia, donde será copiada, subtitulada y enviada a África y América. En tan sólo 48 horas todo el mundo podrá ver la cinta.
Chile no se queda atrás. La piratería ya no está sólo en las ferias y el comercio ambulante, sino que cada vez más son chilenos los que suben a la web cintas copiadas. Varios argumentan que nuestro país dado los niveles de penetración de internet, capacidades técnicas permite que se pueda distribuir estos productos por la red. Según el El Mercurio Motion Picture Association -entidad estadounidense que agrupa a Walt Disney Studios, Paramount, Sony Pictures, 20th Century Fox, Universal y Warner Bros.- el diagnóstico es claro: en nuestro país hay un aumento en este tipo de prácticas. "Al menos tres películas pirateadas de nuestras compañías provienen de Chile, obviamente además de todo el cine chileno" señala el reportaje.
El problema de la piratería está en que cualquier persona puede tener un laboratorio de este tipo en su casa. Sólo necesita un computador y un grabador de DVD, cuyo valor es de unos $20 mil.
La Brigada de Delitos de Propiedad Intelectual (Bridepi) incautó en 2008 cerca de 326 mil especies y en el primer semestre de 2009, otras 135 mil. Además, en lo que va del año la institución ha desbaratado siete centros donde se copian películas, todos ellos en el sector poniente de Santiago.
Las pérdidas anuales que deja este delito en el mundo se estiman en US$ 18.200 millones. Y aunque la industria está tomando medidas para frenarlo, no ha sido fácil.
Entre las medidas que se han aplicado está dejar un día mundial para el estreno de una película. Los productores llevan sus master y los vigilan para que no se pirateen en el transcurso del estreno, pero esto no siempre resulta. La industria está intentando, hacer uso de la tecnología -que le ha jugado en contra, pues ha sido crucial para el desarrollo de la piratería- para intentar detenerla, a través de las salas digitales de proyección y el cine 3D. La primera busca evitar el robo físico de las cintas y la tercera dimensión pretende reconquistar a los espectadores.
Fuente: El Mercurio y Motion Picture Association
Entre las medidas que se han aplicado está dejar un día mundial para el estreno de una película. Los productores llevan sus master y los vigilan para que no se pirateen en el transcurso del estreno, pero esto no siempre resulta. La industria está intentando, hacer uso de la tecnología -que le ha jugado en contra, pues ha sido crucial para el desarrollo de la piratería- para intentar detenerla, a través de las salas digitales de proyección y el cine 3D. La primera busca evitar el robo físico de las cintas y la tercera dimensión pretende reconquistar a los espectadores.
Fuente: El Mercurio y Motion Picture Association
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