La empresa Netflix de arriendo de películas cobraba un monto mensual de U$ 9,99 que les permitía ver un número ilimitada de películas on line y pedir DVD por correo. Los clientes podría elegir o el servicio on line o el correo por U$7,99 cada uno juntos costarían el doble.
Frente a este cambio hubo amenazas de cancelar suscripciones. Pero su producto es bueno a un precio interesante casi equivalente al pago de 2 entradas al cine. Hoy los grandes conglomerados están perdiendo la batalla con la industria de las telecomunicaciones que consiguió clientes de banda ancha con la promesa de acceso a películas y música disponible de modo gratuito. Hoy a aparecido un libro que combate la postura del profesor Lawrence Lessig quien defiende el compartir información como una forma de libre expresión y la necesidad de una reforma en los derechos de propiedad intelectual y que no es más que una visión romántica de una nueva audiencia digital en la que se permite a las personas compartir información para Robert Levine autor del libro "Free Ride, How the internet is destroying the culture business and how the culture business can fight back", no es más que una manifestación de una práctica lamentable.
Este libro es la defensa de la industria creativa, pero su defensa se basa en ampara a una industria que se protege en modelos del siglo pasado cuyos esfuerzos es aferrarse a negocios anticuados y que ceden espacios a las nuevas oportunidades. El autor propone que la infracción personal de derechos sea tratada como un delito menor pero común, como una multa por exceso de velocidad busca que las empresas tecnológicas hagan más por ayudar a la industrial musical y al cine, señala que vale la pena defender el Internet abierto de hoy pero lo será menos si los modelos de negocios que soportan el tipo de contenido que la mayor de las personas gusta ver está siendo socavado.
Fuente: Financial Times
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