Un total de 282 mil jóvenes y adultos ha rendido durante este mes de diciembre la PSU, sin embargo, debemos transmitir a muchos de ellos que el Sistema de Educación Superior no sólo son las universidades, sino que también la formación técnica hoy es una posibilidad de acceso real.
Nuestro país avanza rápidamente a la categoría de los países de la OECD, varios son las modificaciones legales que se han realizado para lograr ese objetivo, hemos tenido la visita de expertos de este organismos a nuestro país quienes han realizado informes sobre la situación de la Educación Superior, siendo la formación técnica una recomendación real y oportuna que nuestro país debe realizar. En lo que se refiere a carreras profesionales universitarias con una duración igual o superior a los 5 años de estudios. Chile gasta una cantidad cercana al promedio de los países de la OECD, hallándose por debajo de 17 puntos porcentuales del gasto promedio por alumno de los países desarrollados. Pero en lo referente a carreras técnicas esta relación se distancia mucho más.
Estas cifras sólo son una leve muestra de la disparidad con que estamos utilizando nuestros recursos, por más que se habla de incentivar las carreras técnicas, nuestro país sigue aportando varios miles de millones de pesos a las Universidades Tradicionales dejando fuera del sistema de financiamiento de la educación superior a las carreras técnicas que deben constituirse en la piedra angular del desarrollo económico.
Sin perjuicio de ello, las personas que desean obtener un titulo de educación superior, la Universidad no es la única alternativa, para ello la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (Ley Nº 18.962) ha establecido que existen además, los Institutos Profesionales y Centros de Formación Técnica. Para aquellas personas que requieren una carrera de corta duración, ya que deben ingresar al mundo laboral o se encuentran en él, las carreras técnicas son una interesante alternativa de capacitación y educación, a un costo mucho menor que una carrera universitaria y con mayores posibilidades de terminar con éxito. Estas carreras duran en promedio no más de 5 semestres, lo que les permite compatibilizar trabajo y estudios. Por otro lado, las carreras técnicas deben convertirse en verdaderos articuladores de la educación superior, un alumno que concluya una carrera técnica y que desea seguir estudiando una carrera profesional, en la Universidad o Instituto Profesional, debe tener la posibilidad de acceder a sistemas académicos y curriculares más flexibles y con ello lograr la continuidad de estudios, con esto se evita que los estudiantes técnicos de nivel superior repitan asignaturas que ya fueron cursadas y aprobadas.
La articulación es el instrumento que permite la continuidad de estudios dentro de nuestro sistema educacional, ofreciendo posibilidades de estudios a quienes aspiran a seguir desarrollándose. Por tal motivo, si los recursos sólo se entregan a las Universidades sin incentivar la formación de técnicos de nivel superior, podemos concluir que el actual sistema de financiamiento está colapsado. Pero el Gobierno debe tener la voluntad política de iniciar los cambios que permitan a los Centros de Formación Técnica acceder a los recursos necesarios, sin perjuicio de exigir los mecanismos de aseguramiento de la calidad pertinentes tal como está operando actualmente.
Frente a estas cifras no podemos quedarnos indiferente, se hace necesario establecer una política educacional clara y efectiva que exponga en forma transparente la necesidad de incentivar las carreras técnicas de nivel superior, la única alternativa de poder mejorar la situación de pobreza en que se encuentran 2.5 millones de chilenos que no han terminado Cuarto Medio. La alternativa más próxima para mejorar sus remuneraciones, no es entrando a la universidad, es obteniendo sus estudios en Centros de Formación Técnica donde se les reconozcan sus competencias laborales, pero que les permitan una vez concluidos sus estudios técnicos poder, si así lo desean, continuar especializándose hasta obtener una carrera profesional universitaria.
Nuestro país requiere con urgencia la creación de una institucionalidad política de educación superior que no se vea afectada por los cambios de gabinete ni por los cambios de Gobierno, ella debe ser focalizada hacia los sectores más necesitados, si las proyecciones se cumplen en el año 2012 nuestro país tendrá aproximadamente 1 millón de estudiantes en la educación superior, ¿estarán todos en la Universidad?, es preferible que ingresen a los Centros de Formación Técnica, de lo contrario, la actual relación de 10 profesionales a 1 técnico aumentará mucho más.
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