A través del uso de scanner las bandas comienzan a monitoreas cajeros automáticos. Esta forma de delinquir fue introducida en el país hace unos cinco años por bandas de Colombia y Brasil. En el último caso se realizaron giros desde Canadá.De esta forma obtienen información personal y las claves de acceso a los cajeros, con ello sacarán dinero y las usaran para retirar dinero desde cuentas corrientas o tarjetas de crédito, le ha ocurrido a personas que en Santiago le sustraen sus datos a través de los escaner y se retira dinero desde cajeros automáticos en Canará..
Es una modalidad ya instaurada en el país, y que consiste en la colocación de un escáner, adosado al expendedor del cajero automático y cubierto por una moldura plástica que parece una parte más del panel.
El escáner sustrae los datos registrados en la banda magnética de las tarjetas de débito y de crédito. En simultáneo, gracias a una microcámara, los delincuentes obtienen los números secretos de los usuarios.
Este modus operandi fue introducido al país hace unos cinco años por bandas de Colombia y Brasil.
La PDI incautó tres artefactos de este tipo, y mediante peritajes se determinó su funcionamiento. El escáner y la microcámara van unidos a una batería cuya carga dura unas 12 horas. Los aparatos son instalados y retirados por dos estafadores. Uno entra a la caseta, se sitúa junto al dispensador de dinero, e intenta obstruir la visión de las cámaras de seguridad. El otro finge que hace una transacción, e interviene la máquina.
Delito internacional
Para los policías no es extraño que el dinero de chilenos fuera robado desde el extranjero. Esto ocurre porque los delincuentes intentan evitar la acción de la justicia. Los estafadores les envían por correo electrónico la información a sus cómplices en otros países, para dificultar su identificación. Antes efectuaban los giros de dinero en Chile, y era posible rastrearlos.
Para evitar ser víctima de este tipo de fraude hay que evitar la presencia de terceros en la caseta del cajero. Inmediatamente, revisar la máquina y estar pendiente de posibles alteraciones. Luego, cuando se efectúa la transacción, cubrir el tablero en que se digita la clave. Y jamás pedir ayuda a un extraño. Tener especial atención los fines de semana y festivos, cuando este tipo de hechos son más comunes.
Fuente: El Mercurio
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