Lanzados en 2005 para reunir los esfuerzos del sector productivo, académico y de instituciones de I+D para impulsar la competitividad en áreas clave del país, hoy existen en Chile 30 consorcios tecnológicos. La iniciativa, que en total ha requerido US$ 184 millones (US$ 96 millones provenientes del Fondo de Innovación para la Competitividad y US$ 88 millones de la contraparte privada), contemplaba inicialmente cinco años de labor, plazo que se está cumpliendo para varios de los consorcios, para los que estos fondos ya se acabaron o están por terminarse, sin que las líneas de investigación hayan concluido, especialmente donde el mejoramiento genético o las pruebas científicas son parte integral de las mejoras competitivas.
Esto llevó al Ministerio de Economía a revisar la iniciativa, con el fin de evaluar su continuidad, decisión que se acaba de aprobar. “Descubrimos que hay dos grandes categorías de consorcios”, cuenta Conrad Von Igel, jefe de la División de Innovación del Minecon. La primera se ajusta al espíritu inicial del instrumento, con una fuerte componente de I+D detrás, mientras el segundo grupo está potenciando a sus sectores a través de transferencia tecnológica, capital humano o la incorporación de buenas prácticas.
Estas dos áreas serán reflejadas durante el segundo semestre de 2012, cuando se lance una nueva convocatoria para consorcios tecnológicos de I+D, al que podrán postular los ya existentes y otros nuevos, y se cree un instrumento especial para asociaciones para la competitividad (el segundo grupo). Según Von Igel, este llamado considerará la posibilidad de renovación en un concurso que los mida con proyectos nuevos y un mayor control de su gestión.
Fuente: Diario Financiero
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