.La semana pasada me reuní con un abogado con quien hablamos sobre la protección de los intangibles. Cómo, a partir de la llegada de la norma IFRS las marcas comienza a tener un valor que debe ser registrado en la contabilidad. Pero también, cómo las empresas no se dan cuenta del conjunto de desarrollo, productos o servicios que permanentemente están generando pero no protegen.
Desde que se produce un medicamente o se genera un nuevo
programa informático, el precio no tiene relación con los costos de sus
componentes y el desarrollo del conocimiento científico que está en su
generación. Años de investigación generan un producto relevante.
Para la sociedad, la generación de nuevos conocimientos
científico-tecnológicos tiene un alto retorno social y explica el sustancial
avance que ha tenido la humanidad desde el inicio de la revolución industrial a
fines del siglo XVIII.
La creación de conocimiento científico-tecnológico no se
detiene, avanza en forma acelerada. Hay evidencia de que en la actualidad se
duplica en menos de diez años.
A partir de las invenciones que están siendo protegidas en
las oficinas de patentes de diversos países, podemos informarnos del nuevo
conocimiento que se está creando en la actualidad y que luego se difundirá en
la sociedad y en las industrias. La oficina de patentes en Estados Unidos (www.uspto.gov/) desde su creación
en 1790 hasta el 2010 registra 8
millones de patentes acumuladas en este período, la primera mitad se alcanzó en
185 años, mientras que la segunda mitad se logró en sólo 35 años, es decir en
menos de un quinto del tiempo. Si uno quiere explorar patentes puede recurrir
al buscado de www.google.com/patents
especializado en explorar patentes.
Las empresas deben generar estrategias para avanzar en la protección de sus desarrollo y de sus acciones de innovación, allí se encuentra su riqueza y crecimiento futuro.
Fuente: El Mercurio
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