El
WSJ llevó a cabo un extenso estudio que valoró y analizó la amplia gama de cookies y otras tecnologías de vigilancia que las compañías están usando para rastrear a los usuarios de Internet. Revela que el seguimiento de los consumidores se ha vuelto omnipresente y mucho más profundo de lo que muchos, a excepción de un puñado de gente en la vanguardia de la industria, se dan cuenta.
* El estudio descubrió que los 50 sitios más visitados por los estadounidenses (entre los que se encuentran varios sitios globales a los que acceden millones de latinoamericanos) instalaron en promedio 64 piezas de tecnología de seguimiento en las computadoras de sus visitantes, usualmente sin ningún aviso. Una decena de sitios instaló más de cien. La organización sin ánimo de lucro Wikipedia no instaló ninguno.
* La tecnología de rastreo se está volviendo más inteligente y se inmiscuye cada vez más en la privacidad de los usuarios. Monitorear estos archivos anteriormente se limitaba principalmente a borrar las cookies que graban los sitios que la gente visita. Pero el WSJ encontró nuevas herramientas que escanean en tiempo real lo que la gente está haciendo en una página web, luego determinan al instante la ubicación, ingresos, intereses de compras e incluso problemas médicos de los usuarios. Algunas de estas herramientas se multiplican secretamente incluso después que los usuarios tratan de eliminarlas.
* Estos perfiles de individuos, que se actualizan constantemente, son comprados y vendidos en mercados similares a las bolsas de acciones, los cuales han aparecido en los últimos 18 meses.
Las nuevas tecnologías están transformando la economía de Internet. Anteriormente, los anunciantes compraban anuncios en páginas web específicas, como un anuncio de autos en una página sobre vehículos. Pero ahora, los anunciantes están pagando extra para seguir a la gente por Internet, sin importar a dónde vayan, con mensajes altamente específicos.
Entre el usuario de Internet y el anunciante, WSJ identificó más de 100 intermediarios, compañías de rastreo, corredores de datos y redes de anunciantes, que compiten para satisfacer la creciente demanda de datos sobre comportamientos e intereses individuales.
Por ejemplo, los datos sobre los hábitos cinematográficos de Hayes-Beaty se están ofreciendo a los anunciantes en BlueKai Inc., una de las nuevas bolsas.
The Wall Street Journal examinó los 50 sitios más populares en EE.UU., los cuales representan cerca de 40% de las páginas web que visitan los estadounidenses. (También se hicieron pruebas en WSJ.com y WSJAmericas.com) y luego se analizaron los archivos de rastreo y los programas que estos sitios descargaron a una computadora de prueba.
Como grupo, los 50 sitios colocaron 3.180 archivos de rastreo en la computadora de prueba del WSJ. Cerca de un tercio de estos eran inofensivos, colocados para recordar la contraseña de un sitio favorito o para contar los artículos más populares.
Sin embargo, más de dos tercios, 2.224, fueron instalados por 131 compañías, muchas de las cuales están en el negocio de rastrear a los usuarios de Internet para crear bases de datos de perfiles de los consumidores, las cuales pueden vender.
El principal sitio en el que se empleó esta tecnología, según la investigación, fue Dictionary.com, propiedad de IAC/InterActive Corp. Una visita a este diccionario en línea resultó en 234 archivos o programas descargados a la computadora de prueba, 223 de los cuales eran de compañías que rastrean a los usuarios de Internet.
La información que las compañías reúnen es anónima, en el sentido en que los usuarios de Internet son identificados por un número asignado a su computadora, no por un nombre específico. Lotame, por ejemplo, asegura que no conoce el nombre de usuarios como Hayes-Beaty—sólo su comportamiento y atributos, identificados por un código. La gente que no desea ser rastreada puede salir del sistema de Lotame.
Además, la industria asegura que los datos se usan sin causar daños. David Moore, presidente de la junta de 24/7 RealMedia Inc., una red publicitaria de WPP PLC, asegura que este tipo de rastreo le da a los usuarios de Internet una mejor publicidad. "Cuando un anuncio es dirigido a alguien específico, deja de ser un anuncio y se convierte en información importante", dijo.
El seguimiento a las personas en la web no es nada nuevo. Pero la tecnología está creciendo y ganando tanto poder y omnipresencia que incluso algunos de los sitios analizados dicen que no estaban al tanto, hasta que WSJ les informó, de que estaban instalando archivos para espiar a sus visitantes.
WSJ encontró que MSN.com, el popular portal de Microsoft Corp., plantó un archivo de rastreo lleno de datos: tenía una predicción de la edad de la persona que navegaba, su código postal, género e incluso un código que contenía cálculos de ingresos, estado civil, presencia de niños en su casa y si era dueño de su hogar o no, según la compañía de rastreo que creó el archivo, Targus Information Corp.
El rastreo es llevado a cabo por archivos minúsculos y programas conocidos como cookies, flash cookies y beacons. Estos son plantados en una computadora cuando un usuario visita un sitio web. Los tribunales estadounidenses han decretado que es legal colocar el tipo más sencillo de archivo, las cookies, de la misma forma en la que alguien que usa un teléfono puede permitir que un amigo escuche la conversación. La justicia no se han pronunciado sobre los rastreadores más complejos.
El efecto sobre los usuariosEl rastreo más entrometido proviene de lo que se conoce en el negocio como archivos de rastreo "de terceros". Estos funcionan de la siguiente manera: la primera vez que un usuario visita un sitio, éste instala un archivo de rastreo, el cual asigna a la computadora un número de identificación único. Después, cuando el usuario visita otro sitio asociado con la misma compañía de rastreo, puede tomar nota de dónde estuvo ese usuario y dónde se encuentra ahora. De esta forma, con el tiempo, la compañía puede armar un perfil más completo.
El seguimiento de los consumidores es la base de una economía de publicidad en línea que facturó US$23.000 millones en gastos de publicidad el año pasado. La actividad de rastreo se ha disparado. Investigadores de los laboratorios de AT&T Labs y el Instituto Politécnico Worcester descubrieron el año pasado tecnología de rastreo en 80% de 1.000 sitios populares, frente a 40% en esos sitios en 2005.
WSJ encontró archivos de rastreo que recolectan datos financieros y de salud. En el diccionario en línea Merriam-Webster.com, propiedad de Encyclopaedia Britannica Inc., un archivo de rastreo de Healthline Networks Inc., una red de anuncios, escanea la página que el usuario está viendo y presenta anuncios relacionados con lo que ve allí. Así que por ejemplo, una persona que esté buscando palabras relacionadas con depresión podría ver anuncios de Healthline sobre tratamientos contra la depresión en esa página y en páginas subsecuentes.