miércoles, 16 de enero de 2013

Alianzas para la Innovación en Chile

No podemos desconocer que nuestro país tienen un ritmo de crecimiento económico expansivo, sin embargo un conjunto de factores impedirán que ese crecimiento siga aumentando en el mediano plazo. La falta de capital humano preparado, tomando en cuenta que más de 7,4 millones de trabajadores están insertos en el mercado laboral, pero no más del 40% de esa cantidad ha terminado la secundaria, es un problema que impacta en las empresas. Hoy es importante hacerse cargo de esa brecha que en el corto tiempo nos comenzará a complicar a nivel productivo.

Por otra parte, la falta de ese personal preparado también impacta en los procesos de innovación en las organizaciones, pues si queremos implementar nuevas tecnologías necesitamos tener personas más preparadas y con más conocimientos, es allí donde tenemos el gran desafío en las políticas públicas de formación de personas y de capacitación.

Otro factor relevante es la innovación, tenemos claro que nuestro procesos procesos en las organizaciones tienen debilidades, las empresas nacionales son más bien seguidoras, eso hace que sea necesario generar modelos a través de alianzas con instituciones de otros países que nos permitan obtener el know how suficiente para avanzar hacia un estadio de desarrollo más avanzado. En 2011 Chile fue el décimo segundo país en el mundo en lograr un acuerdo con el MIT (Massachusetts Institute of Technology) para ejecutar el programa Misti, iniciativa que busca conectar a investigadores de una de las universidades más importantes del mundo con nuestros pares locales para desarrollar proyectos de ciencia, tecnología e innovación conjunta.


A casi dos años, Chile se ha posicionado como el principal socio de investigación del MIT, junto a Brasil, al representar el 14% de los fondos semillas entregados y superando a otros como Francia (13%), que lleva diez años en el Misti, o México, que partió en 2005. 
“Chile ha entrado con fuerza al programa y es notable porque va en directo beneficio del país al mejorar su capacidad tecnológica”, explica el profesor emérito del MIT y encargado de la iniciativa, Arnoldo Hax.

El programa, que partió con un presupuesto inicial de US $3 millones por tres años, es impulsado por el ministerio de Economía, la Universidad Católica (UC) y la U. Adolfo Ibáñez (UAI), que aportan los recursos (US$ 1,8 millones, US$ 900 mil y US$ 300 mil, respectivamente) para financiar los proyectos, que reciben US$ 30 mil por un año y medio, para gastos administrativos y viajes. El MIT aporta con la experiencia. (Fuente: Diario Financiero)

Modelos como el anterior son los que debemos replicar ojala con mayor presencia de las empresas pues son ellas las que realmente van a poder recibir el impacto de la innovación.

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