Se ha ido el primer mes del año y el día a día nos ha impedido dedicar unos minutos a escribir, pero aquí estamos de regreso. Este año nos toparemos con varios desafíos y sin lugar a duda veremos varias transformaciones que no estaban en nuestro mapa.
Hace unos días hemos visto quebrar a la empresa FeriaMix una tienda de venta de discos que después de 58 años cierra sus puertas y quiebra en Chile. Era increíble cuando uno entraba a alguna tienda y vendían de todo, no solo música. Hoy he leído cómo la piratería es la causal de esta quiebra e internet da pago a otra víctima más. Incluso el columnista de El Mercurio Sergio Urzúa habla hoy domingo sobre esta quiebra.
La culpa no es del todo de internet, no podemos desconocer que en Chile no existe una industria cultura fuerte ni incentivada por el sector público ni el privado. Ejemplos como México son muy interesantes o incluso Argentina, donde los espacios mínimos de difusión de música local son una constante en estos países permitiendo la entrada de nuevas generaciones músicos para poder dar a conocer sus composiciones y nuevas creaciones, espacio que sin ese porcentaje mínimo no sería posible difundir su música. Este tema ha estado en discusión en la prensa y en el Congreso, pero sin mayor éxito, se han presentado iniciativas pero sin lograr convencer a nuestros legisladores.
Deberemos avanzar hacia una política cultura que no sólo sea incentivada por el Estado sino que permita generar los espacios para que los creadores puedan exponer sus obras musicales.
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