martes, 17 de mayo de 2011

alto en banda ancha y regulación en telecomunicaciones


En una columna publicada por Eduardo Bitran en la La Tercera sostiene que según el último informe de la economía digital de la Ocde muestra que Chile tiene precios de banda ancha 41% más caros que el promedio de los países miembros y una velocidad promedio cuatro veces menor. Es interesa ver como el ministro de Telecomunicaciones de Australia, ha señalado en una reciente visita a Chile que el acceso a la banda ancha de alta velocidad es un servicio fundamental para alcanzar el desarrollo.

Australia decidió transformar la banda ancha en un servicio básico y así dar un paso decisivo en la economía del conocimiento. Para avanzar en esa dirección debemos modificar el modelo de regulación de telecomunicaciones.

"El desarrollo de operadores integrados verticalmente, que compiten en los servicios de infraestructura y de valor agregado combinados, no genera un desarrollo eficiente de la infraestructura. Se produce una enorme redundancia de infraestructura en zonas de alta densidad de población, ingresos medios y altos, y comercial, y falta de cobertura en los sectores de ingresos medio bajo y bajo. Alto riesgo para el desarrollo en nuevas áreas por el descreme potencial del mercado. Los esfuerzos de inversión se han concentrado principalmente en zonas comerciales y residenciales de ingresos medios y altos. No se ha invertido en ampliar significativamente la cobertura de redes fijas, más allá de estas zonas de alta disposición a pagar."

Por otra parte, los servicios inalámbricos no pueden competir en costo y calidad cuando se plantean objetivos de mayor ancho de banda. Lo inalámbrico es más bien un servicio complementario que competitivo al de redes fijas. El enfoque regulatorio vigente no permitirá la expansión de banda ancha con alta velocidad a amplios sectores de la población. Así como Australia, diversos países Ocde han resuelto modificar el modelo de regulación y competencia para poder aumentar la calidad y cobertura de banda ancha a precios razonables.

Consideran que la infraestructura física de cables de fibra óptica, necesaria para avanzar con servicios de mejor calidad, tiene características de monopolio natural; es decir, altas economías de escala y costos hundidos, especialmente en zonas de menores densidades. Es por ello que han separado los servicios de infraestructura de fibra óptica, como uno que debe quedar disponible para todos los operadores de los servicios competitivos de valor agregado. Para resolver la provisión del servicio de infraestructura, se han generado esquemas de concesión de infraestructura de fibra óptica, licitadas y con tarifas reguladas o definidas en el proceso de licitación. De esta forma, el que invierte en esta infraestructura incurre en un riesgo bajo, y, por lo tanto, está dispuesto a hacerlo a rentabilidades más bajas que los servicios competitivos de valor agregado, quedando como operadores puros de infraestructura a nivel urbano.

Chile debe desarrollar decididamente los servicios de banda ancha a precios razonables y con elevada calidad, accesibles a amplios sectores de la población. Una opción para Chile es establecer en las ciudades un "anillo de fibra óptica" que sea desplegado de modo que se puedan establecer puntos de presencia que permitan entregar los servicios de última milla a diferentes proveedores, con firmas de infraestructura dedicados exclusivamente a ofrecer servicios de transporte a nivel mayorista.

Estos puntos de presencia, interconectados sobre una red de transporte de alta capacidad, seríEnlacean los puntos de acceso hacia los clientes finales, ya sea usando redes fijas o sistemas inalámbricos, además de la posibilidad de establecer en estos puntos antenas de telefonía celular, lo cual bajaría las barreras de entrada al mercado. El objetivo de esta propuesta es aumentar la cobertura de banda ancha de 12 conexiones por cada cien habitantes que tenemos hoy, a 30 en cinco años, y multiplicar por diez la velocidad promedio. Chile debe recuperar el liderazgo que tuvo en los noventa en materia de telecomunicaciones y economía digital. Es una de las herramientas que tiene disponible para aumentar la productividad y generar igualdad de oportunidades efectivas a todos los chilenos, reduciendo decididamente la brecha digital.


Fuente: La Tercera

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